He estado leyendo mucho últimamente sobre métodos para enseñar a leer. Y he aprendido mucho sobre las diferentes formas de enseñar: desde los métodos tradicionales (con los que aprendíamos en mi época) a los fotosilábicos, fonéticos o los métodos globales, hasta los métodos mixtos que intentan aunar lo mejor de cada uno.
El método abarca desde una etapa previa, de preparación y desarrollo de aquellas habilidades (percepción, discriminación, asociación...) que el niño necesitará para el posterior aprendizaje de la lectura, luego pasa a una etapa de lectura global (identificación de palabras como conjunto) que llevará pronto a poder leer frases completas, y a través de la cual se llegará a una posterior etapa analítica en la que el alumno tomará conciencia de las sílabas y letras que contienen las palabras y que permitirá al alumno leer cualquier palabra aunque no la conozca previamente. Se trabaja la lectura y la escritura por separado y a ritmos diferentes, puesto que no es necesario tener el desarrollo motriz que la escritura requiere para poder leer.
Pero lo mejor del método es que siempre atiende a las particularidades de cada niño, su edad, su nivel de desarrollo, sus gustos e intereses, etc., y que siempre intenta mantener la motivación elevada, teniendo siempre en mente como objetivo primordial no sólo que el niño aprenda a leer, sino que disfrute con la lectura.
Precisamente por ello, si bien el método está diseñado atendiendo a las particularidades de los niños con Síndrome de Down, creo que es perfectamente extrapolable a cualquier niño con problemas de aprendizaje o a cualquier niño sin ningún problema especial. En este caso, simplemente, quizás el avance sea más rápido y se puedan dar pasos más amplios en menor tiempo.
Por todo ello creo que también es especialmente interesante para poder empezar a aplicarlo en niños más pequeños de la edad en que tradicionalmente se enseña a leer.