miércoles, 23 de marzo de 2011

Partes del oído

Llevo unos días con un oído taponado debido al exceso de mucosidad que me ha dejado un catarro, y eso ha despertado mi curiosidad sobre el funcionamiento del oído y ha hecho que me plantee algunas preguntas existenciales.

Sabemos que el oído está conectado con las fosas nasales y que por eso precisamente se nos taponan los oídos con los resfriados, pero yo me pregunto ¿y para qué? Porque pensándolo así a bote pronto no parece demasiado útil, sino más bien un fastidio, pero como confío plenamente en la naturaleza y en las teorías de la evolución, no dudo que por algo será…

Buscando en el Google para suplir lo rudimentario de mis conocimientos anatómicos, encuentro muchísimas referencias a las partes del oído y a la trompa de Eustaquio, que conecta el oído interno con la nasofaringe, pero encuentro pocas respuestas sobre la utilidad que eso tiene, hasta que descubro esta página que me deja claro que, por lo menos, nos sirve para bucear.


El oído medio es una cavidad separada tanto del oido externo (a través del tímpano) como del interno, y además, llena de aire. El volumen del aire se reduce o se expande según aumenta o disminuye la presión, por lo que al meternos debajo de agua y aumentar la presión, el aire se reduce y el tímpano se curva hacia el interior, y nos saltarían los tímpanos si no fuera porque podemos compensar esa pérdida de aire gracias a que el oído está conectado por su interior con la nariz y podemos volver a “rellenarlo” de aire a través de ésta.

Esto de la presión tiene su sentido, y además también sucede con los cambios de presión fuera del agua, como cuando bajamos una pendiente en el coche o viajamos en avión, por lo tanto nos resulta útil aunque no practiquemos la pesca submarina...

Así que, bueno, sigo con el oido taponado, pero me he quedado mucho más conforme.