domingo, 28 de febrero de 2010

El Cuerpo Humano

Suelo comprar frecuentemente la revista National Geographic. Ya que soy "aficionadilla" a la fotografía, suelo detenerme mucho en observar las fantásticas fotografías que acompañan a los reportajes de la revista, de la cual también suelen interesarme especialmente los reportajes de naturaleza.

Este mes existe la posibilidad de comprar el ejemplar de marzo de la revista junto con un primer fascículo de una colección sobre El Cuerpo Humano. Esta colección incluye las piezas para montar un esqueleto del tamaño de un niño de unos 6 años, pero con muelas de juicio.

Con esta primera entrega de la colección viene como media cabeza. No tengo intención alguna de seguir con la colección, ya que lo único que me falta por meter en mi casa es un esqueleto de un metro y pico.

La siguiente foto muestra el uso que, por ahora, le he dado a la media calavera.



Galvanizar

Entre sartenes, ollas y recipientes varios, seguro que alguno estará "galvanizado". Es algo que he escuchado muchas veces y que incluso habré dicho, sin saber exactamente qué significa esa palabra.

Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, galvanizar tiene las siguientes acepciones:

     galvanizar.
1. tr. Aplicar una capa de metal sobre otro mediante una corriente eléctrica.
2. tr. Dar un baño de cinc fundido a una superficie metálica, para que no se oxide.
3. tr. Reactivar súbitamente cualquier actividad o sentimiento humanos.
4. tr. Biol. Estimular músculos o nervios mediante la aplicación de corrientes eléctricas.

En todo caso, el significado que intuía se acerca más a las dos primeras acepciones. Nunca se me había ocurrido que se pudieran galvanizar los sentimientos o los músculos, pero bueno, ahí está, siempre es bueno saberlo.

En la wiki he profundizado un poco más en el asunto del galvanizado. Al parecer, el proceso de galvanizar toma su nombre de Luis Galvani, un señor que tiene pinta de ser italiano y que le dio por cortarle una pata a una rana y ponerla en contacto con un metal con cierta carga eléctrica, para ver que la pata se movía como si estuviese viva, y que se movía más o menos según el metal.

Así que a ese hombre que hacía esos experimentos tan peculiares, hay que agradecerle que no se nos oxiden las cacerolas, por lo visto.

jueves, 25 de febrero de 2010

Risotto al queso

Ayer preparé para almorzar un arroz con queso que queda muy rico. Lo de llamarle risotto es una cursilada como otra cualquiera.

RISOTTO AL QUESO



Ingredientes:

- Un vaso lleno de arroz

- Una cebolla no muy grande. A mi me ha dado esta vez por usar una de las moraditas y me he pegado un un buen hartón de llorar con ella.

- 3/4 l. de caldo de pollo. He usado el Caldo de Pollo de Gallina Blanca, ya que ultimamente he descubierto que le da un sabor buenísimo al arroz si se cuece con caldo, y estos que vienen preparados en tetrabrik vienen para eso estupendamente.

- Un vaso de vino blanco. Por ejemplo, de Don Simón mismo.

- Una cucharada grande de mantequilla o margarina

- Un par de cucharadas grandes de queso en polvo

- Aceite

- Sal

- Pimienta


Preparación:

1) Pelar la cebolla y picarla en trocitos pequeños. Ponerla a fuego medio en una sartén grande con un chorreoncito de aceite, durante unos 4 ó 5 minutos, hasta que esté doradita.

2) Poner de mientras, en un cazo, el caldo de pollo a calentar (sin que llegue a hervir).

3) Añadir a la sartén el arroz, y el vaso de vino blanco. Seguir cociendo destapado a fuego medio-bajo hasta que el vino prácticamente se haya consumido (unos 5 minutos o así).

4) Ir añadiendo poco a poco el caldo a la sartén con el arroz, para que se vaya poniendo tierno. Siempre removiendo de vez en cuando, y tapando la sartén. Yo se lo echo en 3 o 4 veces el caldo, según se va consumiendo. Tardará unos 15-20 minutos.

5) Añadir un poco de sal y otro poco de pimienta y mezclar bien.

6) Una vez que el arroz esté ya tierno y el caldo casi consumido, agregar la mantequilla, removiendo para que se vaya fundiendo y mezclando.

7) Agregar el queso en polvo y mezclar bien todo en la sartén antes de servir. Apagar el fuego y dejar reposar un par de minutos.

Bocaditos de jamón york y queso

El domingo también me dio por preparar la masa de estas "bolitas" de jamón york y queso. Y el lunes, de almuerzo, pues nos las zampamos. Y hasta hoy no he podido escribir la receta, qué le vamos a hacer.


BOCADITOS DE JAMÓN YORK Y QUESO



Ingredientes:

- 2 o 3 patatas grandecitas

- 6 lonchas de jamón york

- 3 o 4 cucharadas grandes de queso en polvo

- 2 cucharadas grandes de mantequilla (o margarina mismo). He usado la que tengo ahora, la clásica margarina Tulipán, marca por cierto perteneciente a la multinacional Unilever junto con muchas otras conocidísimas como Signal, Timotei, Dove, Flora, Axe, Mimosín, Knorr, Calvé y algunas otras marcas igual de famosas. Vamos, que al final siempre le compramos a los mismos. Y así es como también me he enterado de que tulipán, además de una flor y una margarina, es una marca de preservativos.

- 2 cucharadas grandes de harina

- 1/4 litro de leche

- Aceite

- Sal

- 1 huevo

-  Pan rallado

- Aceite para freir (la freidora, ya se sabe)


Preparación:

1) Pelar las patatas y trocearlas. Ponerlas a cocer en una olla grande con agua y un puñado de sal. Hervir hasta que estén bien tiernas (unos 20 minutos). Escurrirlas bien.

2) Al mismo tiempo, poner a derretir en una sartén las dos cucharadas de mantequilla. Una vez derretidas añadir la harina e ir mezlcando bien. Añadir el cuarto de litro de leche también, e ir removiendo.

3) Pasar las patatas cocidas con un pasapurés o batidora, hasta formar una pasta. Añadir un poco de aceite al mezclar, y una pizca de sal.

4) Lo suyo es que la harina y la leche con la mantequilla formen una bechamel y luego se le añada el puré de patatas. Pero como a mi me cuesta la misma vida quitarle los grumitos, lo he pasado todo junto con la batidora, y queda la mar de bien.

5) Poner toda esa pasta en la sartén, y calentar a fuego bajo, removiendo de vez en cuando, hasta que vaya cogiendo consistencia. Calculo que deben ser unos 10 o 15 minutillos.

6) Añadir a la masa el jamón york cortado en trozos pequeños y las cucharadas de queso en polvo. Remover para que se mezcle bien. Darle vueltas en la sartén 3 o 4 minutos más.

7) Retirar del fuego y colocar en una fuente la masa, dejar que se enfríe. Primero dejarla sin tapar fuera de la nevera, hasta que no suelte vaporcillo. Luego, seguir enfriando en la nevera.



8) Cuando la masa esté bien fría, formar las bolitas (o croquetas o la forma que uno sea capaz de darle teniendo en cuenta que la masa es más bien pastosa y pegajosa), pasarlas por el huevo batido y luego el pan rallado, para que queden empanadas de forma uniforme.

9) Freir en la freidora. Como las bolitas tienen queso que se pone enseguida hirviendo, se revientan muy fácil, así que freir con cuidadito y no dejar demasiado tiempo.

martes, 23 de febrero de 2010

Pasta con tomate y aceitunas

El pasado domingo (no me ha dado tiempo de contarlo hasta hoy) preparé otra receta con pasta, esta vez con tomate y aceitunas.

PASTA CON TOMATE Y ACEITUNAS




Ingredientes:

- 200-250 gramos de pasta. Pueden ser tipo fusilli, macarrones, o basicamente, la que le dé a uno la gana. En esta ocasión yo he usado unas pastas que vienen en unos paquetitos muy pijos que venden en el Carrefour y que llaman Torcetti al Fungo Porcino (que viene a significar "con setas") de la marca (italiana y todo por lo visto) Dalla Costa.

- Una lata grande de tomates enteros pelados. También se lo puede uno currar un poco y coger 7 o 8 tomates y pelarlos, que seguramente están más buenos, porque a mi los enlatados estos no me han terminado de convencer.

- 15-18 aceitunas negras sin hueso

- 15-18 aceitunas verdes sin hueso (como siempre, las he usado rellenas de anchoa, que son las que he encontrado por casa)

- Una cebolla

- Un par de dientes de ajo

- Aceite

- Sal

- Orégano

- Un par de cucharadas de queso en polvo


Preparación:

1) Poner la pasta a cocer en una olla con agua hirviendo y un puñado de sal. Ya se sabe, hasta que la pasta quede "al dente" (el tiempo dependerá del tipo de pasta)

2) De mientras, pelar la cebolla y los ajos, cortarlos a trocitos pequeñitos y ponerlo con un chorrito de aceite en una sartén a fuego medio. Dorar dándole vueltas de vez en cuando durante unos 5 minutos.

3) Trocear los tomates y añadirlos a la sartén. Irlos machacando y removiendo, a fuego medio, durante un buen rato, hasta que prácticamente se haya consumido el caldito que van soltando. Calculo que serán unos 15 o 20 minutos.

4) Añadir un poco de sal y las aceitunas cortadas en rodajitas. Seguir cociendo durante unos 5 minutillos más.

5) Escurrir bien la pasta y añadirla a la sartén. Mezclarla bien con la salsa y seguir calentándolo todo durante 2 o 3 minutillos más, siempre removiéndolo de vez en cuando.

6) Espolvorear un poco de orégano antes de servirlo.

7) Servirlo y comérselo calentito. Al que le guste, que le eche un par de cucharadas de queso en polvo por encima.

NOTA: Con los 250 gramos de macarrones pijos que vienen en el paquete, salen dos pedazos de platos para caerse de espaldas.

La playa de los ahogados y el paté


De todos los patés del mundo que he probado, el que más me gusta es el de Pato con Peras, de la marca Monflorit.

Sólo lo he encontrado en el supermercado de El Corte Inglés, de Nervión concretamente, no sé por qué.

Así que ayer dando un paseo, me planté allí y me traje todos los que pude.


De camino, me compré La Playa de los Ahogados, último libro de Domingo Villar (como ya comenté, el primero, Ojos de Agua, me gustó bastante).

Ya tengo otra novela en espera.

domingo, 21 de febrero de 2010

Dartacán

Desde el otro día que tuve una regresión a la infancia y me acordé de esta música, no me la puedo sacar de la cabeza.

Hafnarfjörður

De esa ciudad islandesa de impronunciable nombre era el pobre muerto de la novela La voz, de Arnaldur Indridason, que me estoy leyendo.

Por lo visto, según cuenta la wiki, se trata de la tercera ciudad más grande de Islandia. Grande en Islandia es por lo visto tener una población de unos 28.000 habitantes (hay que tener en cuenta que la capital, Reikiavik, tiene unos 120.000 habitantes, algo menos que Dos Hermanas).


Y es así, leyendo en la wikipedia, como me he llegado a enterar de que esta ciudad es conocida en Islandia por ser objeto de numerosos chistes. Al parecer Hafnarfjörður es a Islandia como Lepe a España.


He estado paseando por ella un rato con el Google Earth, y se ve una ciudad ordenada y muy aclaradita, con muchas casas y pocos edificios grandes.


También he consultado el pronóstico del tiempo y la temperatura máxima prevista para hoy es de -1ºC y la mínima de -4ºC. Así que tampoco hace tanto frío...


Podemos conocer un poco más esta ciudad aquí y ver algunas fotos en este otro enlace.

Tiene que ser bonito visitarla, si no fuera porque no me pilla de camino para ir a ninguna parte.


NOTA: Las fotografías las he tomado prestadas de Panoramio.
  

Albacea

Una palabra que alguna vez habré escuchado, pero en cuyo significado nunca había reparado.

Según la Real Academia Española, en la Vigésima Segunda Edición de su Diccionario de la Lengua Española (y en la vigésimo primera edición, pues también, que es la edición que tengo en papel en mi casa) la definición de Albacea es la siguiente:

     albacea.
(Del ár. hisp. *ṣáḥb alwaṣíyya).
1. com. Der. Persona encargada por el testador o por el juez de cumplir la última voluntad del finado, custodiando sus bienes y dándoles el destino que corresponde según la herencia.

He encontrado más información al respecto en esta Enciclopedia Jurídica, o en algunas webs de abogados como MG Asesores o iAbogado.

Supongo que debe ser interesante para quien esté muy preocupado por la administración de su herencia.

Fanta de naranja

Anoche soñé con una terraza en la que había un cubo enorme lleno de Fanta de Naranja.

Y al pensar en Fanta de Naranja le puede a uno surgir la duda de cómo pedirla en francés, o bien entrarle a uno ganas de contar lo bueno que están los cubatas con Fanta de Naranja.

Pero en mi sueño, la Fanta que había en el cubo estaba viva, salía del cubo, se tiraba por la ventana desde un noveno piso y mataba a una chavala que pasaba por debajo.

viernes, 19 de febrero de 2010

Coladores

El mundo de los utensilios de cocina es fascinante.

El otro día estuve en el Carrefour buscando un colador de plástico, puesto que el típico colador ajustable del IKEA que tenía es estupendo para quien no lo tenga que fregar después de haber escurrido un arroz o unas espinacas (y ya como uno lo que quiera es poner un arroz con espinacas, entonces ni hablamos).

Total, que me compré un colador de goma, plegable, tela de pijo.

Como no recuerdo la marca y por muchas vueltas que le he dado al colador, no lo pone por ningún sitio, me he puesto a buscarlo en la web de Carrefour Online, y así es como he descubierto que existe una marca que se llama Callate la Boca. Parece que en principio hacían camisetas y cosas así, pero que ahora se han unido a la marca San Ignacio para fabricar utensilios de cocina.

Total, que no lo he encontrado tampoco por internet. Así que no me queda más remedio que colgar una foto del colador.

Y para ello, nada mejor que darle un pequeño homenaje al artista Andy Warhol, y mostrar el colador a lo Pop Art.

jueves, 18 de febrero de 2010

La voz

Como ya he comentado en otros post, llevo una racha dedicándome a la lectura de novela negra.

Después de terminar hace unos días con Ojos de Agua, he empezado a leerme el último libro traducido al castellano de Arnaldur Indridason: La voz.

Llevo apenas un par de capítulos, y todavía es pronto para sacar conclusiones. Tiene bastante gancho, al igual que los otros libros que he leído del autor, Las Marismas y La mujer de verde: los capítulos son breves y el estilo es directo, muy al grano, sin enredarse en descripciones o detalles innecesarios.

Por ahora parece que es otra novela más siguiendo la línea de las anteriores. Ya analizaré cuando lo termine si me parece mejor o peor que los demás libros del autor.

Por lo pronto es el tercer libro que leo de Indridason, y aunque no me parezcan novelas geniales, sí que son entretenidas y de fácil lectura.

Arroz con Espinacas

Hoy ha tocado comer arroz, y lo he preparado con espinacas, por hacerlo un poco diferente. Para acompañar he preparado una ensalada con salsa griega como la del otro día, más que nada por terminar con la mayoría de ingredientes de los que sólo había usado la mitad.

ARROZ CON ESPINACAS



Ingredientes:

- Arroz (un vaso más o menos lleno, que es como yo lo calculo)

- Espinacas (aproximadamente unos 200-250 gr.). Las que he usado son de las que venden congeladas en porciones, concretamente las "Espinacas en hojas" de Hacendado. Como el paquete es de un kilo, he cogido más o menos una cuarta parte o un poco menos. Estas espinacas las envasan los de Ultracongelados Virto, en Azagra, que es el único pueblo de Navarra con un nombre árabe, mira por donde.

- Una cebolla de tamaño mediano

- Un par de dientes de ajo

- Sal

- Pimienta

- Un limón

- Aceite


Preparación:

1) Poner a calentar en un cazo con agua las espinacas congeladas. Llevar a ebullición y dejarlas luego unos 8 o 10 minutillos más, cociéndose.

2) Cocer también el arroz en una olla con agua y un puñado de sal, hasta que esté más o menos blando (unos 10 minutos)

3) Colocar en una sartén con un chorro de aceite la cebolla cortadita muy fina y los ajos picados. Poner unos minutos a fuego medio-bajo hasta que se ponga un poco doradita la cebolla.

4) Escurrir bien las espinacas, y añadirla a la sartén. Añadir también el arroz. Mezclar bien todo y dejarlo un rato en la sartén, dándole vueltas.

5) Echarle medio vasito de agua y seguir cociendo un rato, hasta que el agua se haya consumido (unos 10 minutos a fuego medio-bajo). Añadir un poco de sal y pimienta.

5) Antes de servir, añadir el jugo de medio limón por encima y remover.

6) El otro medio limón se puede cortar en rodajitas y poner de adorno en el plato, y para que cada uno se eche lo que le dé la gana.

martes, 16 de febrero de 2010

Hamburguesas con crema de cebolla

Hoy tampoco he tenido mucho tiempo, así que el plato que explico también es sencillito de preparar. Tengo que admitir que las comidas que estoy mostrando en el blog no son muy dietéticas que digamos, y la de hoy, tampoco lo es, la verdad. Por ahora, aunque no me vendría mal, no hay moral suficiente para hacer régimen.

HAMBURGUESA CON CREMA DE CEBOLLA

Ingredientes:

- 2 hamburguesas. Vale cualquier tipo de hamburguesa de cualquier tipo de carne, aunque yo las que he preparado eran concretamente un par de hamburguesas de pavo y pollo, de la marca Martínez Loriente (que al parecer son los principales distribuidores de carne del Mercadona, siempre aprendiendo uno cosas nuevas)

- 1 patata grande

- Aceite para freir (freidora, vamos, como siempre)

- Sal


Para la Crema de Cebolla:

- 2 cebollas medianas

- 1 cucharada grande de mantequilla (o margarina)

- 1/2 vasito de nata líquida para cocinar

- Pimienta (una pizca)

- Sal


Preparación:

1) Hacer a la plancha las hamburguesas.

2) Pelar y cortar en rodajas muy finas la patata, y luego en tiras delgaditas, para que queden como "patatas paja" (en la wiki desde luego, viene todo). Freirlas en la freidora hasta que tengan un color bonito y echarle un poco de sal por lo alto.

3) Preparar la Crema de Cebolla, que se hace así:

     3.1) Pelar la cebolla y cortarla en trozos. Echarla en una olla con agua hirviendo y un buen puñado de sal. Cocer a fuego fuerte hasta que esté tierna (unos 15 minutos).

     3.2) Poner a derretir la mantequilla en un cazo.

     3.3) Escurrir bien la cebolla y triturarla con la batidora. Añadirle la nata y batir todo junto.

     3.4) Echar la mezcla resultante de batir la nata y la cebolla al cazo con la mantequilla, echarle una pizca de sal y otra de pimienta. Calentar a fuego suave durante un rato para que espese. Con cuidadín porque la nata hirviendo produce géiseres.

Servir la hamburguesa con las patatas paja en un plato y toda la crema que uno quiera. 

La crema queda muy muy suave. Estupenda para acompañar carnes sin que pierdan el sabor.



lunes, 15 de febrero de 2010

Ojos de agua: conclusiones

Anoche me terminé de leer la novela Ojos de Agua, de Domingo Villar. Procedo a continuación a comentarla.

Argumento:

El inspector gallego Leo Caldas y su peculiar ayudante Rafa Estévez, son los encargados de la investigación de un crimen perpetrado con una crueldad extrema aunque sin duda original (quienes lean el libro deben saber bien a qué me refiero, no quiero desvelar nada).

El núcleo de la acción se sitúa en Vigo, la víctima, un saxofonista. La investigación nos pasea por las costas gallegas, nos acerca a su gastronomía, y nos conduce desde el jazz y los ambientes de la noche hasta las altas esferas de la sociedad.

Cada capítulo se inicia con la definición de una palabra que aparecerá de alguna forma a lo largo del capítulo, mostrándonos todas sus acepciones. Los episodios, breves, y la trama, bien hilvanada, nos conducen rápidamente hasta el desenlace, con alguna que otra sorpresa por el camino.

Después hablaré sobre el desenlace precisamente (sin desmontar la trama, por supuesto).

Lo bueno:

Me ha gustado en general bastante el libro. No en vano, como andelantaba el otro día, lo he devorado en apenas tres o cuatro días (aunque la novela tampoco es demasiado extensa, unas 190 páginas en formato bolsillo).

Me ha gustado cómo está ambientado el libro, cómo sin necesidad de tediosas descripciones consigue transportarnos por la ciudad, las playas, los bares…

No puedo decir si son acertadas o no las imágenes que nos muestra de Vigo, de los alrededores, ni los detalles sobre la gastronomía, porque ni he estado nunca en Vigo, ni conozco la gastronomía gallega mucho más allá de la tarta de Santiago (y de algún tapeo en las Jornadas Gastronómicas del Marisco que ponen ahí en Santa Justa de vez en cuando). Lo mismo digo sobre las referencias a la música jazz, me confieso una ignorante en la materia. Pero en el libro, queda todo muy bien.

Me ha encantado el personaje de Rafael Estévez, el ayudante de Leo Caldas. Para mi gusto es el personaje estrella, el mejor caracterizado, tan brusco pero tan auténtico. Es cuando se centra en él cuando el autor nos deja siempre alguna nota de humor. Sin duda, lo mejor del libro.

Me gusta especialmente el uso del lenguaje del que hace gala el autor, muy cercano, muy directo, y con esos matices, ese acertar con la palabra correcta. Ya comentaba el otro día que echaba de menos leer castellano sin traducciones (con traducción del autor en este caso).

Lo malo:

Lo único que no me ha gustado del libro, y que en mi opinión es lo que hace que de ser un libro genial se quede sólo en un buen libro, son, ni más ni menos que las 4 o 5 últimas páginas.

Para mi gusto, toda la aclaración final que constituye el penúltimo capítulo (titulado justamente “Motivo”), sobra. Creo que el lector es lo suficientemente inteligente como para no necesitar explicaciones sobre la trama. Es como si te cuentan un buen chiste, y luego el humorista se empeña en explicarlo. Estas explicaciones demasiado detalladas y demasiado repetitivas, están de más.

Hubiera preferido un final que me dejara a mí, por mí misma, sacar todas las conclusiones. Si el autor en lugar de desvelar la trama con todo lujo de detalles (cuando ya prácticamente uno tiene en la mente el 90% de las explicaciones) se hubiera limitado a insinuarla, a conducirnos de la manita hacia la solución, o incluso a dejar algunos puntos casi en el aire, el libro me hubiera resultado inmejorable.

Pero en las últimas páginas nos desvela todo el misterio a las bravas, nos repite datos y pruebas que ya conocíamos, que ya habían sido desveladas con anterioridad o que ya uno se imagina claramente, y nos termina de aclarar cualquier detalle que se hubiera escapado.

Me ha recordado a otro libro que leí hace tiempo, Amantea, primera novela del periodista David F. Cantero, un libro bastante normalito al que sin duda le sobra todo el último capítulo, pero vamos, para arrancárselo de cuajo. En este caso la sensación que me ha dejado no ha sido tan radical, pero casi casi.

Valoración:

Como valoración final, le daría un 7, un notable. Me ha dejado con ganas de repetir autor (eso ya tiene su mérito) así que me leeré próximamente La playa de los ahogados.

No es una obra maestra para mi gusto, tampoco un libro de los grandes. Pero sí es muy entretenido. Bastante recomendable.

Macarrones con chorizo

Hoy ha tocado comer pasta. Los macarrones con chorizo que he preparado y explico a continuación se preparan rápidamente, ya que hoy no he tenido demasiado tiempo para perderlo en la cocina.

MACARRONES CON CHORIZO



Ingredientes:

- Un puñado de macarrones (de los normales y corrientes de toda la vida, aunque se puede preparar prácticamente con cualquier tipo de pasta). Para calcular para dos personas lleno un vaso y medio de macarrones.

- 1/2 cebolla mediana

- Un trozo de chorizo (sirve cualquiera más o menos que no sea muy seco, el trozo que le he echado era de aproximadamente unos 4-5 cm de largo)

- 1 tetrabrik de los pequeñitos de tomate frito

- 1 tetrabrik de los pequeñitos también de nata líquida para cocinar

- 7 ó 8 aceitunas verdes sin hueso (las he usado de las rellenas de anchoas porque son las que tengo)

- Aceite (un chorrito)

- Sal

- Orégano (una pizca)

- Queso en polvo (2 o 3 cucharadas)


Preparación:

1) En una olla con un puñadito de sal y abundante agua, poner a cocer la pasta unos 10 minutitos (el tiempo dependerá de la pasta que sea, claro está)

2) Al mismo tiempo, poner al fuego una sartén grande con un chorreoncito de aceite.

3) Cortar la cebolla en trocitos pequeños y desmenuzar también en cachitos chiquititos el chorizo. Ponerlo en la sartén, a fuego medio, y dejarlo unos 5 minutillos hasta que esté la cebolla doradita.

4) Verter el tomate frito y añadir un poco de sal, mezclar y dejar en la sartén unos minutillos. Añadir también la nata y mezclar todo bien. Dejar un par de minutos a fuego medio-bajo.

5) Escurrir la pasta bien (suelo echarle un poco de aceite para evitar que se peguen entre sí). Verterla en la sartén. Mezclar bien con la salsa y dejar en el fuego un ratillo (5 minutos más o menos).

6) Cortar las aceitunas a rodajas y añadirlas a la pasta. Espolvorear con un poco de orégano.

7) Servir la pasta bien calentita, y añadirle ya en el plato una cucharadita o dos de queso en polvo por lo alto.

Y en ese momento es cuando cojo y le hago la foto al plato corriendo antes de comérmelo.


Hora del Pacífico

He accedido al blog solamente para corregir un detallito de la configuración, que me acabo de dar cuenta de que los post los estaba publicando con la zona horaria del Pacífico.

Allí tienen GTM-8, y esa es la hora de Vancouver, donde estos días precisamente se están celebrando los juegos olímpicos de invierno.

domingo, 14 de febrero de 2010

Ensalada con salsa griega y croquetas de atún

El título de este post indica justamente el menú de hoy. Las croquetas las preparé ayer y hoy sólo he tenido que freirlas, la ensalada se prepara rápidamente.

ENSALADA CON SALSA GRIEGA

Ingredientes:

- Lechuga iceberg, zanahoria y col lombarda (medio paquete de los que venden ya cortado y lavado, en este caso he usado, de la marca Verdifresh, la Ensalada 4 Estaciones)

- Aceitunas negras sin hueso (1/2 latita aproximadamente de las de 350 gr.)

- 1 tomate (de tamaño mediano)

- 1/2 pepino (holandés, por ejemplo)

- 1 porción de queso Philadelphia para ensaladas (lo suyo sería hacerlo con queso feta, pero no tenía a mano). Por cierto, en la web que enlazo no viene el philadelphia de ensaladas, qué le vamos a hacer, pero gracias a que la he visitado me he enterado de que tienen el record guinnes del Cheesecake más grande del mundo, cosa que sin duda, de otra forma jamás hubiese sabido.

- Salsa griega. En esta ocasión he usado 1/4 más o menos de bote de salsa Tzatziki, de la marca JR (otro que tampoco ha puesto la salsa en la web). La salsa es de pepino y veinte mil cosas más que llevan estas salsas preparadas, pero está muy rica y le da un toque muy fresquito a las ensaladas.

Preparación:

1) Lavar y trocear el tomate y el pepino, y cortar en cuadraditos el queso. A mi me ha dado esta vez por cortar también las aceitunitas en rodajas, pero tampoco hace falta.

2) Se mezclan todos los ingredientes en una fuente grande, se le añade la salsa griega por lo alto, se remueve bien, y listo. A comérsela fresquita.



CROQUETAS DE ATÚN


Ingredientes:

- 3 latas de atún en aceite (de las pequeñitas, de 80 gr.)

- 1/2 cebolla grande (o 1 cebolla pequeña, o 2 cebollitas enanas, o 1/4 de cebolla enorme...)

- 2 cucharadas grandes de mantequilla (o de Margarina Flora, por ejemplo, que es la que tengo ahora en casa)

- 6 cucharadas soperas llenas de harina

- 1/2 litro de leche (sirve semidesnatada también, que es la que uso)

- 2 huevos

- Pan rallado

- Sal

- Aceite para freir (o más bien dicho, la freidora llena de aceite)

Preparación:

1) En una sartén grande se colocan las dos cucharadas grandes de mantequilla a fuego medio. Se pica la cebolla en trocitos muy pequeñitos y se echa en la sartén con la mantequilla unos 5 minutillos, removiendo de vez en cuando, hasta que esté doradita.

2) A la misma vez, se calienta en un cazo el medio litro de leche, sin que llegue a hervir.

3) A la misma vez también (y a riesgo de que me salten los plomos por tener todas las hornillas de la vitro encencidas), en otro cazo con agua, se va cociendo uno de los huevos hasta que sea un huevo duro.

4) Se añaden las tres latas de atún (bueno, el contenido de las tres latas) a la sartén con la mantequilla y la cebolla. Se le da unas vueltecillas y se deja durante otros 2 o 3 minutitos.

5) Se echa la harina en la sartén y se remueve ahora bien a conciencia hasta que se mezcle totalmente con el atún, la cebolla y la mantequilla.

6) Una vez bien mezclado lo anterior se le añade el medio litro de leche (ahora es cuando uno se da cuenta de si el tamaño de la sartén era el correcto). Añadir un poquillo de sal.

7) Se va moviendo y mezclando bien, y se deja a fuego medio-bajo durante un buen rato, siempre removiendo de vez en cuando. Se le añade el huevo duro picadito en cachitos pequeños.

8) Calculo que en unos 20 o 25 minutos la masa ya parece una masa de croquetas, es decir, está más o menos compacta, aunque no demasiado espesa.

9) Se retira del fuego y se aparta en una bandeja. Se deja enfriar durante varias horas. Yo la preparé al mediodía, la dejé enfriar un par de horas fuera de la nevera para que soltara todo el vaporcillo y luego otras 5 o 6 horas en la nevera. Por la noche, preparé las croquetas.

10) Una vez enfriada la masa, se van formando las croquetas. Se bate un huevo, y se pasan por el huevo y luego el pan rallado hasta que queden empanadas bien y de forma homogénea.

Con los ingredientes descritos me salieron unas 30 croquetas.


11) Ahora los libros de cocina pondrían "freir en abundante aceite". En la freidora, vamos, hasta que estén doraditas.

En la fotografía inicial, con las croquetas fritas, parece que hay muchas menos que en las que están sin freir: no es un efecto óptico, es que de verdad que hay menos, porque 30 son muchas croquetas para almorzar dos.

NOTA: Las fotos no las he considerado lo suficientemente artísticas para incluirlas en el blog de Fotografía. Están tomadas con una Canon EOS 1000D en automático. No tengo todavía habilidad con la cámara para currármelo con los modos manuales hasta el punto de retratar las croquetas sin que se me enfríen.

Ojos de agua

El libro que me estoy leyendo ahora mismo se titula Ojos de agua y es la primera novela del escritor gallego Domingo Villar.

Hace cosa de un mes hicimos un pedido a casadellibro.com para comprar algunos "libros raros" y aproveché para encargar también otros menos raros, como éste o como el libro que terminé de leer hace pocos días, El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas, última novela de Haruki Murakami traducida al castellano.

Me quedan unas veinte páginas para terminar de leer Ojos de agua (aunque parezca mentira que me quede tiempo, me lo estoy despachando en tres o cuatro días) con lo que no tengo todavía una opinión definitiva, pero me tiene totalmente enganchada. Y eso es buena señal.

Últimamente me ha dado por experimentar leyendo novela negra. Me he iniciado en ella con el escritor islandés Arnaldur Indridason, de quien me he leído recientemente sus novelas Las marismas y La mujer de verde (y ya me he comprado La voz, que la tengo en espera).

No acostumbraba a leer literatura no hispana, pero he de admitir que en los últimos tiempos ya tenía más que explotados todos los autores hispanos que me atraen, así como los temas que suelen llamarme la atención. Por eso estoy diversificando más en mis lecturas, que también es bueno.

Sin embargo, después de tanta traducción, agradezco leer en castellano original. Bueno, cierto es que la edición original de esta novela es en gallego, pero la traducción al castellano es del autor. Y eso se nota.

Debe ser por eso por lo que me está atrapando más la lectura de esta novela, en la que percibo esos matices de nuestra lengua que no se notan al leer traducciones: esas estructuras más elaboradas, ese ambiente que generan ciertas palabras, esa naturalidad del lenguaje...

No soy una experta en novela negra, pero sí puedo decir que la novela es muy entretenida, muy amena, con algunos buenos golpes, y una trama bien construida que despierta el interés e invita a devorar las páginas hasta descubrir el desenlace. Y ahí es a donde estoy llegando ahora, así que antes de comentar más el libro, me voy corriendo a terminármelo.






Presentación

Estreno este blog con el único propósito de encontrar un rincón donde plasmar todo aquello que cruce mi mente y sea digno de contar.

El título del blog resume la idea: mezcla, combinación de ingredientes diferentes, cosas que no tienen nada que ver las unas con las otras. Un buen plato combinao.