miércoles, 30 de junio de 2010

Firmware actualizado

Estos días he estado probando diferentes firmwares para mi ebook, que es un Inves Book 600 como el de esta foto:


Hasta ahora lo habíamos usado tal y como venía cuando lo compramos, pero a veces se quedaba un poco pillado y le daba por reiniciarse constantemente.

Y así es como me he enterado que el Inves Book es prácticamente un calco del iLiber, pero fabricado para El Corte Inglés. Y que, aparte, también hay varios lectores que son similares, con algunos cambios sutiles en la carcasa, pero idénticos "por dentro", como el COOL-ER o el Booq.

Así que, por lo tanto, los firmwares que usan estos lectores son perfectamente compatibles con el Inves, lo cual es de agradecer, porque suelen actualizarlos más frecuentemente y además son más "amigables".

Después de probar casi todos los firmwares compatibles que he encontrado, me he quedado con el booq OS 2.1, que tiene entre otras cosas, estas mejoras con respecto al del Inves:

- Un menú de inicio muy mono, con iconos
- Opción de favoritos
- Opción de histórico de libros leídos
- Posibilidad de cambiar el tipo de letra (no sólo el tamaño)
- Indicador del número de páginas totales del libro que estás leyendo
- Posibilidad de justificar los párrafos
- Algunas tonterías más como sudokus, diccionario, fecha y hora, etc.

viernes, 25 de junio de 2010

La montaña más bonita del mundo

Así, como este post, se titula un artículo de El Viajero que he estado leyendo esta mañana, y que se puede consultar íntegro aquí. En él nos enumeran 10 de las montañas quizás más hermosas del mundo y nos cuentan algunas anécdotas sobre cada una de ellas.

A mí el artículo me ha encantado, supongo que porque con el calor que hace se apetece un montón ver estos picos con esa pinta de fresquitos.

Además, aunque seguramente también se trate, como el otro día, de otro montón de lugares donde nunca voy a estar (lo más que he subido es al Veleta, que no tiene mérito porque ya se sabe que hay una carretera que llega hasta la cumbre...), he de decir que a quienes suben a estos lugares sí que los envidio.

Así que entre estas montañas tenemos el Mont Aiguille (2.085 m.), situado en el Parque Natural de Vercors, en los Alpes franceces, famoso por haber sido escalado en 1492 por orden del rey Carlos VIII, y que es así de espectacular:


También tenemos una montaña española, el Naranjo de Bulnes (o Picu Urriellu, 2.519 m.), en los Picos de Europa, cuna del alpinismo español, y así de bonito:




Por cierto, buscando la fecha exacta de la primera escalada al Naranjo (fue el 5 de Agosto de 1904), he encontrado este artículo de El Pais en el que hablan justamente del 75 aniversario de ese ascenso, ni más ni menos que una noticia publicada en el 79. Estas cosas son las hacen que me encante internet...


Otra de las montañas de las que habla el artículo es la Torre Sin Nombre (6.251 m.), en Pakistán, y cuya ruta de escalada fue bautizada con el nombre de Eternal Flame, como homenaje a la canción de The Bangles, que podemos escuchar aquí:


La montaña es esta, y sin duda también tiene merecido su lugar en este ranking de montañas:





Pero al parecer, la que se lleva el título como la montaña más bonita del mundo es el Alpamayo (5.947 m.) en los Andes de Perú, o al menos como tal fue elegida en un Concurso de Fotografía de una revista de alpinismo alemana en el 66. Es preciosa, sin duda:




Sin embargo, me ha llamado una cosa especialmente la atención del artículo de El Viajero, y es que en sus comentarios, muchas personas coinciden en apuntar que en la lista falta el Cervino (o Matterhorn, 4,478 m.m en los Alpes). Así que lo he buscado, y aquí se puede ver que sí, realmente, también es una hermosa montaña:

miércoles, 23 de junio de 2010

Suite Real

Hoy echando un ojo al periódico he encontrado una lista de sitios donde puedo decir con casi total seguridad que nunca voy a ir.


Se trata de una lista de diez hoteles de lujo, o más exactamente, de suites o habitaciones especiales, dentro de hoteles ya de por sí lujosos, cuyos precios oscilan entre los 700 € la más barata hasta los 9.500 € por noche.

Lo mismo me da un precio que otro, porque yo a partir de los 100 € aproximadamente empiezo a dejar de computar.

Es probable que lo que la mayoría lleguemos a ver de estos sitios es, como mucho, algunas fotos. Así que aquí en este post he incluido algunas.

Por más que las habitaciones estén concebidas para alejar al cliente del estrés y aportarle todo tipo de comodidades para su relax, creo que con semejante pellizco en la cuenta corriente, sería incapaz de relajarme del todo.

Además, creo que la mayoría de los servicios que ofrecen tampoco me interesan especialmente, por ejemplo: una ducha de oro, un conserje para mí sola, un helipuerto (si total, yo el helicóptero lo aparco en cualquier sitio), cazar dentro del hotel, poder alquilar un ferrari (no tengo ni carnet de conducir).


Bueno, lo de bañarme en un jacuzzi con vistas al mar confieso que sí me ha gustado más..

Total, que lo bueno de ver estas noticias y estos lugares es que están tan alejados de la realidad en que vivo, que no me despiertan siquiera una pizca de envidia.

martes, 22 de junio de 2010

Contra-manifestación

Esta noche he soñado con una concentración de estudiantes. Había miles de jóvenes, y unos estaban sentados en grupos en el suelo, otros en grupitos de pie, algunos moviéndose arriba y abajo a lo largo y ancho de una inmensa explanada.

Yo llegaba en compañia de una amiga hasta allí, montadas las dos en un telecabina, y en una cafetería con las paredes pintadas de verde y decorada con viejos sofás también color verde nos esperaban cuatro chavales, supuestamente antiguos compañeros de la universidad.

El objetivo de nuestro encuentro era sabotear la manifestación, al menos eso es lo que nos proponía uno de los colegas, y cuando nos dábamos cuenta ya estábamos demasiado involucrados todos como para echarnos atrás.

La idea era disolver a los estudiantes soltando dragones. Y cuando ya el plan se estaba ejecutando y no había marcha atrás, me escondía en los servicios de un edificio de oficinas y allí cambiaba toda mi ropa interior por ropa interior amarilla con la intención de que así no me reconocieran.

sábado, 19 de junio de 2010

La playa de los ahogados: conclusiones

La playa de los ahogados es el segundo libro de Domingo Villar, autor también de Ojos de agua, que ya comenté en este blog.

Hace ya mucho tiempo que terminé de leer esta novela, así que antes de que termine por olvidarme de los detalles importantes, voy a intentar exponer aquí mi opinión más o menos detallada sobre ella.


Argumento:

El cadáver de un marinero aparece en una playa gallega arrastrado por el mar. El pescador vivía en un pequeño pueblo pesquero, Panxon, donde, aunque todos lo conocían, no se relacionaba estrechamente con nadie.

Casi todo el mundo quiere creer que se suicidó, pero varios detalles hacen sospechar que no se trata de un simple suicidio.

El inspector Leo Caldas será quien lleve a cabo la investigación, adentrándose en el ambiente marinero del pueblo, donde nadie se atreve a hablar demasiado.

Además, las primeras sospechas le encaminan hacia una dirección poco verosímil, por lo que Caldas tendrá que dar muchas vueltas hasta llegar a alguna conclusión.


Lo bueno:

Lo mejor del libro es el ambiente. No conozco apenas las costas gallegas, pero el autor sabe sumergirnos en su ambiente de invierno, de mar y pesca.

Nos describe constantemente detalles como la lonja, las supersticiones de los pescadores, el paisaje, los diálogos con los personajes, que nos da una idea bastante nítida del entorno donde se sucede la acción y de las personas implicadas. Consigue inspirar sensación de cercanía y de realidad.

También hay que decir que se explaya dando detalles sobre la gastronomía gallega (lo cual sin duda da mucha envidia y mucha hambre).

La trama es intrigante, si bien el comienzo es bastante lento. Realmente hasta más de la mitad de la novela no comienzan a sucederse acontecimientos que realmente nos atrapan, puesto que la investigación del inspector Caldas se atasca y se adentra en un callejón sin salida del que tarda tiempo en escapar.

Al final todas las piezas van encajando poco a poco, y la última parte del libro tiene un ritmo mucho más vivo. Esta vez no se detiene al final del libro en explicaciones redundantes (como sucedía en Ojos de agua) lo cual es de agradecer, puesto que queda todo ya de por sí bastante explicadito.

En definitiva, la trama está bien hilvanada y es interesante.


Lo malo:

Para mí, lo único malo es que el libro es demasiado lento. Como ya he comentado, hasta más de la mitad del libro no comienza a ponerse verdaderamente emocionante, ya que al comienzo da muchas vueltas sobre lo mismo.

También se detiene demasiado en dar detalles sobre el propio Caldas, sobre la enfermedad de su tío y los encuentros con su padre, cosa que aunque ayuda a crear ambiente y a conocer al personaje, puede llegar a sacarnos demasiado de la verdadera trama.

Para mi, el primer capítulo de un libro suele ser determinante. Muchas veces ese primer capítulo ha conseguido que un libro que no me llamaba la atención me enganche, o todo lo contrario, que no sea capaz de continuar leyendo una novela pese a haber depositado buenas expectativas a priori en ella.

En este caso no ha llegado a pasarme, pero ha estado más cerca de lo segundo, puesto que se centra al comienzo en detalles que no aportan nada a la investigación y que no sirven en absoluto para enganchar. Si he continuado leyendo ha sido porque tenía buen recuerdo de Ojos de agua y no quería desistir tan pronto.

Otra cosa que me ha decepcionado un poco es el personaje de Rafa Estévez, que en esta ocasión no ha estado tan inspirado como en la anterior novela. Una pena, porque es un tipo peculiar, muy bien caracterizado en Ojos de agua y que aporta notas de humor, pero que en esta ocasión me ha pasado más desapercibido.


Valoración:

Como nota final, le doy un 6. En conclusión, es una novela entretenida, un poco lenta al comienzo, pero bien trazada y fantásticamente ambientada.

Es bastante recomendable, aunque si tuviera que aconsejar la lectura de una novela de este autor me decantaría sin duda por Ojos de agua.

Vesícula Biliar

La vesícula biliar es una de estas cosas que forman parte de nuestro cuerpo sin pena ni gloria, porque raras veces nos acordamos de que ahí está y menos aún de para qué nos sirve, si no es porque de vez en cuando se escacharra.

Así a modo de resumen, sin extenderme mucho ni entrar en detalles muy técnicos, podemos decir que la vesícula es una especie de perilla que tenemos por debajo del hígado y cuya función consiste en acumular la bilis que le llega desde el hígado, donde se produce, y contraerse para liberarla hacia al intestino cuando hace falta.

Esta bilis sirve para digerir las comidas, y por lo visto las comidas que más bilis necesitan son las que continen mucha grasa, por lo que es cuando la vesícula tiene que trabajar más.

Este trabajo que hace está muy bien, pero en verdad tiene algo de inútil, puesto que puede vivirse perfectamente sin vesícula (desde hace poco yo misma he pasado a formar parte de ese grupo de personas que vive sin ella).

En fin, qué sería del apéndice si no fuera por la apendicitis, qué sería de la vesícula si no fuera porque cría sus piedrecitas... Quién se acordaría de ellos.

viernes, 18 de junio de 2010

Pollo al limón con patatas asadas

Siguiendo con la línea de comidas ligeras en grasa, esta vez voy a explicar una forma "baja en grasa" pero muy sabrosa de preparar la carne de pollo y las patatas.

Quiero dejar claro que las comidas que preparo persiguen el principal objetivo de ser bajas en grasas, especialmente en grasas saturadas, lo cual no quiere decir que siempre se traten de platos "light" o bajos en calorías para aquellas personas que quieran hacer una dieta de adelgazamiento.

Ahora bien, no sólo las grasas engordan, también lo hacen los azúcares o los hidratos de carbono, y de estas cosas no están del todo libres mis recetas.

Pero hay que tener en cuenta que una buena parte de las calorías que ingerimos proceden directamente de las grasas, por lo que reduciendo el consumo de grasas también conseguimos reducir de forma indirecta la ingesta de calorías. Y doy fe de ello, ya que sin proponérmelo he perdido unos 4 kilos en el mes y medio aproximadamente que llevo siguiendo esta dieta baja en grasas.

Esto es interesante, porque muchos productos que consideramos que "engordan" como la bollería industrial o los dulces en general, lo hacen porque están preparados con huevo, mantecas, aceites, cacao y sustancias muy ricas en grasas, más que en realidad por la cantidad de azúcar que llevan (aunque ésta no deje de ser otra causa).





POLLO AL LIMÓN

Ingredientes:

- 10 solomillos de pollo (o también sirve por ejemplo, una pechuga de pollo)

- 2 limones

- Una ramita de perejil fresco

- 4 dientes de ajo

- Sal


Preparación:

Antes de pasar a explicar la preparación hay que tener en cuenta que lo más importante es que el pollo hay que dejarlo echado en el adobo que vamos a preparar el día anterior al que queramos consumirlo (por lo menos desde la noche anterior), para que coja bien el sabor.

1) Exprimimos los dos limones y colocamos el zumo en un plato hondo. Pelamos los ajos y los troceamos en pedacitos muy pequeños. A mi me gusta para este fin usar un "exprimidor de ajos" como este del IKEA. Picamos el perejil también muy finito, y lo añadimos junto con los ajos estrujados al zumo de limón.

2) Cortamos los solomillos de pollo o la pechuga en tiras y le echamos un poco de sal por encima. Las colocamos en el plato hondo de manera que queden más o menos cubiertas por el jugo del limón y rodeadas de ajito y perejil.

3) Dejamos el plato en el frigorífico hasta que vayamos a consumirlo al día siguiente (aunque el limón actúa como conservante, tampoco interesa dejar la carne más días en la nevera, así que aconsejo consumirlo al otro día).

4) Cuando vayamos a comerlo, simplemente habrá que colocarlo en una sartén a fuego medio y hacerlo a la plancha hasta que esté la carne doradita.


PATATAS ASADAS

Ingredientes:

- 3 patatas medianas

- Sal

- Un par de cucharaditas de aceite de oliva virgen


Preparación:

1) Precalentamos el horno a 200 ºC. El tiempo que tarde en ello, dependerá de la potencia del horno. El mío (que es como éste tan mono) tarda unos 15-20 minutos en ello.

2) Lavamos las patatas y las dejamos con piel. Las ponemos encima de un trozo de papel de aluminio (cada patata en un trozo aparte) y le echamos por encima un buen puñado de sal. Las envolvemos cada una en su trozo de papel de aluminio con la sal dentro.

3) Colocamos las patatas en la bandeja del horno y cocemos durante unos 40 ó 45 minutos a 200 ºC. Podemos pinchar con un palillo para ver si las patatas están tiernas por dentro. Si las patatas no son muy gordas, en 45 minutos están seguro listas. Si son más gorditas o más viejas quizás necesiten un poco de más tiempo.

4) Sacamos las patatas y abrimos los paquetitos de papel de aluminio en que están envueltas con ayuda de un par de tenedores o algo así, para no achicharrarnos los dedos. Podemos retirar un poco los tropezones gordos de sal que se hayan formado alrededor.

5) Servimos las patatas aún calientes cortadas en rodajas sin retirar la piel y le añadimos por encima una cucharadita de aceite de oliva virgen.

Nueva imagen para el blog

Por fin he podido dedicar un ratillo a preparar una imagen para el blog que, aunque no es nada del otro mundo, al menos resume un poco la esencia del mismo.

Saramago

Hoy ha fallecido el escritor portugués José Saramago, en Lanzarote, a los 87 años de edad y tras una larga enfermedad.

Este escritor, Premio Nobel de Literatura en 1998, se convirtió en uno de mis favoritos durante los últimos años, siendo numerosos los títulos suyos que adornan mi biblioteca y que, por supuesto, he devorado.

Aún así, me quedan unos cuantos libros suyos por leer.

Según mi humilde opinión, son tres los libros de Saramago cuya lectura recomendaría:

- El Evangelio según Jesucristo. Primer libro del escritor que leí, y que no me decepcionó en absoluto. Se trata de una interpretación algo distinta del Nuevo Testamento. Tiene toques de humor y surrealismo, pero sobre todo, no se puede negar que la obra está bien documentada. No hay escena de los Evangelios que escape de esta original y crítica interpretación.



- Ensayo sobre la Ceguera. En él se relata cómo una extraña epidemia de "ceguera blanca" va contagiándose por todo un país. A los afectados se les va poniendo en cuarentena, pero el contagio es imparable. Con el descontrol y desorden que esta ceguera provoca salen a la luz los instintos más bajos del ser humano. Para mí es un libro tremendo, de una crudeza bestial, que nos invita a reflexionar sobre hasta dónde somos capaces de llegar por sobrevivir.


 
- Las Intermitencias de la Muerte. En este libro nos plantea qué sucedería si de pronto las personas dejáramos de morir. En mi opinión, este libro es el más surrealista de los que he leido del autor. Tanto en el tono en que está escrito como en su trasfondo filosófico o los hechos que se van sucediendo a lo largo de la novela, el libro es maravillosamente absurdo. Es el último que leí de Saramago, hace ya un par de años, pero me dejó muy buen sabor de boca.

Otros libros que he leido de este escritor son La Caverna o Todos los Nombres. Y aún tengo pendientes de leer muchos otros títulos de su amplia bibliografía.

Lamentablemente no volveremos a tener nuevas novelas suyas ya, pero nos ha dejado un montón de buenos ratos de filosofía, crítica y sentido del humor en forma de libro.

Hasta siempre, José.

Entenguerengue y La Manchuela

Otro término muy usado y que tampoco recoge la última edición del Diccionario de la Real Academia Española es entenguerengue. Y es una lástima, porque es una palabra muy bonita, muy musical, cargada de expresividad.

Indagando por la red, he localizado esta palabra como usual en Aroche  (precioso pueblo al Norte de la provincia de Huelva), con el significado "Dícese de algo que está medio cayéndose".

También he localizado este término en Almería, aunque con una acepción algo diferente: "Dícese de la persona que carece de equilibrio al caminar, balanceándose sin mucha seguridad".

En La Manchuela (comarca al noreste de la provincia de Albacete y sureste de Cuenca) también he encontrado referencias a esta palabra con el sentido de "Que no tiene estabilidad o se encuentra en precario equilibrio, a punto de caerse."

Personalmente, cuando utilizo la palabra entenguerengue quiero expresar justamente una sensación de equilibrio inestable, de que algo está a punto de caerse, o bien a punto de descuajaringarse.

Y gracias a esta indagación sobre la palabra entenguerengue he podido descubrir esta comarca de La Manchuela, totalmente desconocida para mí, que me ha gustado mucho.

Debe merecer la pena pegar una escapada hacia allá. Por ahora me tendré que conformar con los paseos virtuales que he podido realizar hoy.

La Manchuela abarca diferentes municipios de las provincias de Albacete y Cuenca, situándose entre la llanura de La Mancha y la Serranía de Cuenca.

Es atravesada en gran parte por el río Júcar, que a lo largo de los siglos ha excavado unas peculiares "hoces" en su recorrido, constituyendo una paisaje tan curioso como el de la foto de la derecha.

La economía de la comarca se basa en la agricultura y la ganadería principalmente ovina. Se cultiva cereal, olivo y vid (no obstante tiene sus vinitos con denominación de origen y todo eso). Aunque lo más curioso es que por lo visto es la comarca donde se produce mayor cantidad de hongos de toda España.



Y como me ha gustado este lugar, pues he decidido adornar este post con algunas fotos de diferentes paisajes de La Manchuela que he tomado prestadas de aquí.


sábado, 12 de junio de 2010

Crema de Zanahorias

Siguiendo la línea de las cremas de verduras, hoy presento aquí una de mis favoritas: la crema de zanahorias. Esta es otra de mis recetas "bajas en grasa" de esta nueva etapa, y además queda la mar de bonita con ese color naranja que le da su principal ingrediente.


CREMA DE ZANAHORIAS



Ingredientes:

- 6 ó 7 zanahorias

- Un par de patatas

- Un par de dientes de ajo

- 1/2 cebolla

- 1/4 de puerro

- Sal

- Pimienta

- Un vaso de leche desnatada (200 - 250 ml)

- 3 quesitos bajos en grasa (uso los de Santé, como ya he explicado en otra ocasión)

- Pimentón

- Un par de cucharadas de aceite de oliva virgen

- Un biscote pequeño o un trocito de pan tostado

- Perejil fresco


Preparación:

1) Lavar y pelar las patatas y las zanahorias y cortarlas en lonchas finitas. Colocarlas en una cazuela con agua y un poco de sal. Llevar el agua a ebullición y continuar hirviendo a fuego fuerte durante un ratito (unos 5-10 minutos) hasta que estén algo tiernas las zanahorias (no es necesario que estén del todo tiernas, pues luego continuarán cociéndose un buen rato con el resto de ingredientes).

2) Pelar la cebolla y los ajos, y picarlo todo bien finito, junto con el trozo de puerro. Colocarlo todo en una sartén grandota con un poco de caldo de cocer la verdura. La idea es hacer una especie de "sofrito" pero sin aceite. Calentar a fuego medio unos 3 ó 4 minutos, removiendo para que no se pegue.

Si se quiere emplear una cucharadita de aceite de oliva para sofreirlo, tampoco está mal, claro que entonces el plato tendrá un poco más de grasa, y sobre todo, aumentará ligeramente su proporción de grasas saturadas. Pero si se hace con moderación, tampoco es tan malo.

3) Colocar las rodajas de patata y zanahorias semicocidas en la sartén. Añadir aproximadamente un vaso del caldo de haber cocido la verdura. Cocer a fuego medio, removiendo y aplastando con una cuchara los trozos de verdura.

4) Añadir los quesitos "light" y un poco de sal, una pizca de pimienta y otra pizca de pimentón. Mezclar todo bien.

5) Cuando se haya consumido casi todo el caldo, añadir la leche y continuar cociendo otros 10 minutos aproximadamente.

6) Cuando esté más o menos espeso todo, retirar del fuego y dejar reposar unos minutos. A continuación, lo echamos todo en el vaso de la batidora y lo batimos bien, hasta que se convierta en una crema. Probarla y corregir la sal si es necesario.

7) Cuando nos la vayamos a comer, calentarla en un cazo previamente y luego, una vez apartada en el plato, decorar con una pizca de pimentón, un poco de perejil fresco picadito muy fino, trozos de pan tostado y una cucharada de aceite de oliva virgen.

lunes, 7 de junio de 2010

Crema de Calabacines

Bueno, a partir de ahora, las recetas que voy a publicar aquí van a ser un poco diferentes de las que venía publicando. Cosa que tampoco está mal, puesto que ya he explicado suficientes formas de preparar la pasta como para no tener que repetir en un tiempecito.

La principal diferencia entre las recetas que venía publicando y las que voy a publicar a partir de ahora radica en la cantidad de grasas que nos aportan. Digamos que las publicadas hasta ahora tenian un aporte de grasas bastante generoso, y para ello no hay más que tener en cuenta la gran cantidad de queso, nata o aceites que se emplean para su elaboración.

En todo caso, tanto por los ingredientes que se utilicen como por la forma de cocinarlos, el contenido en grasas de un plato puede variar mucho.

Debido a algunos problemas de salud, estoy llevando una dieta bastante estricta con el tema de las grasas, por lo que ahora, mi objetivo es experimentar con nuevos sabores y nuevas formas de elaboración que aporten el mínimo de grasas sin perder en absoluto el placer de cocinar y saborear un buen plato.

Para iniciar esta nueva andadura, me estreno hoy con una crema de calabacines "light".


CREMA DE CALABACINES



Ingredientes:

- 2 ó 3 calabacines hermosos

- 2 patatas grandecitas

- 1/2 cebolla

- 1/4 de puerro

- 1 vaso de leche desnatada (aprox. 200-250 ml). Yo uso la leche Covap.

- 3 quesitos bajos en grasa. La marca Santé comercializa unos que según dice, sólo tienen un 3% de materia grasa.

- Nuez moscada

- Pimienta

- Sal

- Pimentón

- Perejil fresco

- Aceite de oliva virgen

- Un biscote o un pedacito de pan tostado


Preparación:

1) Lavar, pelar y cortar en finas rodajas los calabacines y la patata. Pelar la cebolla y cortarla en pedacitos muy finos. Cortar en rodajitas muy finas el trozo de puerro.

2) Poner una olla con agua y una cucharada pequeña de sal a hervir. Añadir las rodajas de calabacín y patata. Cocer durante unos 10 minutos a fuego fuerte (más o menos deben estar con ese tiempo ya blanditos).

3) Colocar en una sartén o cazuela a fuego medio-fuerte la cebolla picada. No utilizaremos aceite para realizar un refrito. Simplemente la saltearemos con el calor de la sartén, añadiendo un poco del caldo de haber cocido la verdura para que no se pegue. En unos 5 minutos la cebolla está más o menos tierna y doradita.

4) Colocar las rodajas de calabacín y de patata en la sartén. Mezclar bien con la cebolla. Añadirle aproximadamente un vaso del caldo de haber cocido la verdura. Estrujar la verdura para que se impregne del caldo y se vaya desboronando. Mantener siempre a fuego medio y removiendo.

5) Añadir los tres quesitos y una pizca de sal, otra de pimienta y otra pizquita de nuez moscada.

6) Cuando se haya consumido gran parte del caldo, añadir el vaso de leche desnatada. Seguir cociendo destapado a fuego medio, removiendo de vez en cuando.

7) Una vez esté todo más o menos espeso y la leche se haya consumido también en gran parte, apartamos del fuego la cazuela, y y lo vertemos todo en el vaso de la batidora. Lo batimos hasta que quede un puré homogéneo.

8) Esta crema podemos pasarla a una cacerola de nuevo y calentarla un poco más. Este es el momento también de probarla y ver si está bien de sal o hay que añadirle una mijita más.

9) Servirla bien caliente. Una vez en el plato decorar con un poco de perejil fresco cortado muy fino, espolvoreando un poco de pimentón, y añadiendo unos trocitos de pan tostado. El toque final se lo da una cucharada pequeña de aceite de oliva virgen por encima.

Croquetas de Espinacas y Piñones

Me faltaba esta receta para ponerme al día con la serie de recetas que ya no preparo porque no puedo comer. Aunque, eso sí, estas croquetas están riquísimas para que las disfrute el que pueda.

CROQUETAS DE ESPINACAS Y PIÑONES


Ingredientes:

- 250 gramos aproximadamente de espinacas congeladas

- 1 cebolla

- Un par de dientes de ajo

- Un puñado de piñones (unos 50 gramos o así, calculo yo)

- Un par de cucharadas de margarina o mantequilla

- 4 ó 5 cucharadas grandes de queso en polvo

- Harina (un vaso y medio más o menos)

- Leche (un vaso, unos 250 ml)

- Sal

- Una pizca de nuez moscada

- 1 huevo

- Pan rallado

- Aceite para freir


Preparación:

1) En primer lugar, hay que descongelar las espinacas. Para ello, ponemos una cacerola con agua al fuego con un poco de sal, y añadimos las espinacas. Una vez que el agua rompa a hervir, las dejamos unos 5 minutos más. Las escurrimos bien.

2) De mientras se cuecen las espinacas, podemos ir pelando y picando en trocitos finos la cebolla y los ajos. En una sartén bien grande colocamos las dos cucharadas de margarina o mantequilla y la calentamos a fuego medio-fuerte. Añadimos la cebolla y los ajos, y los freimos unos 5 minutos, hasta que la cebolla se ponga doradita.

3) Añadimos a la sartén también las espinacas escurridas, mezclamos todo bien y seguimos friendo un par de minutos más.

4) Añadimos la leche y un poco de la harina. Lo mezclamos todo bien. Añadimos también las cucharadas de queso en polvo, una pizca de sal y una mijita de nuez moscada. Se le echa toda la paciencia que uno pueda para que la harina vaya quedando sin grumitos.

5) Seguimos cociendo todo a fuego medio, removiendo frecuentemente. Añadimos los piñones.

6) Sin dejar de remover, vamos añadiendo más harina según nos admita, hasta que quede una masa bien pastosa, que se desprenda de la sartén. Tiene que quedar bien consistente para que se le pueda dar forma a las croquetas. Habrá que mantener la masa al fuego unos 20 minutos, para que se vaya consumiendo la leche y vaya espesando.

7) Una vez quede bien fuerte la masa, la apartamos del fuego y la colocamos en un recipiente destapada y fuera del frigorífico durante un par de horas para que se enfríe (todo esto es muy relativo, porque si es agosto y estás en Sevilla, seguramente la masa fuera de la nevera seguirá cociéndose igual que puesta al fuego en la sartén). Guardar después en el frigorífico para que se enfríe y se asiente bien la masa.

8) Cuando la masa esté bien fría, se pueden ir formando las croquetitas, y empanándolas pasándolas por el huevo batido y el pan rallado. Freir antes de consumir en abundante aceite o en una freidora, que es lo suyo.