Hace ya varias semanas que inauguramos algo que espero que se convierta en una buena costumbre en nuestra casa: las cenas especiales de los sábados.
La intención es crear un espacio dentro de nuestra ajetreada semana de trabajo, hijas, casa y responsabilidades, para dedicarlo a nosotros (aunque no podamos salir de casa), y que además consituya un aliciente que se prolongue durante todo el resto de la semana.
Así, cada semana comienza con la búsqueda de ideas para la cena: recetas, materiales e ingredientes que voy a necesitar.
Y la noche del sábado es el momento de primero, concentrarme preparando un plato diferente, algo un poco más especial que lo que preparo a diario, una receta nueva o algo que requiera dedicarle algo más de tiempo.
Después, preparamos la mesa con algún detallito especial: un mantel y servilletas, unas velas, una botella de vino... Como en la siguiente foto:
(Bueno sí, podría haber planchado el mantel también...)
Y entonces estará ya todo listo para disfrutar de una cena tranquila que terminaremos con otro experimento: algún cócktel prepado por nosotros mismos (próximamente subiré algún post sobre ello).
Nuestra primera cena consistió en un pastel de pescado, cuya receta explico a continuación. Salió riquísimo.
Ingredientes:
- 500-600 gramos de merluza. Es especialmente interesante que no tenga espinas. En esta ocasión utilicé un paquete y medio de
corazones de merluza de Pescanova congelados
- 4 huevos
- 1 puerro no muy grande
- 1 cebolla mediana
- 1 diente de ajo
- 1 zahanoria
- 200 ml. de nata líquida para cocinar
- 6 cucharadas soperas de salsa de tomate o tomate frito. Yo usé esta vez tomate frito
Orlando con aceite de oliva
- Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta
- Mantequilla o margarina para engrasar
Preparación:
1) Antes de todo, colocamos un recipiente grande con agua en el horno a 200ºC, donde luego vamos a meter nuestro recipiente con el pastel para que se haga al baño maría. Lo dejamos que se vaya calentando.
2) Ponemos una cacerola con agua y un poco de sal al fuego, con el pescado congelado. Cocemos un poco a fuego bajo para que se vaya descongelando la merluza. Esto nos llevará unos 10 minutillos.
3) Al mismo tiempo ponemos en una sartén bien hermosa un chorrito de aceite de oliva a calentar y añadimos el puerro, la cebolla y el ajo, todo cortadito muy finito, y la zanahoria pelada y cortada en tiras. Freimos a fuego medio un ratito para que se vaya poniendo todo blandito y un poco doradito.
4) Añadimos a la sartén los trozos de pescado, y los vamos desmenuzando con un tenedor. Seguimos cocinando a fuego medio-bajo 5 o 10 minutillos.
5) Al mismo tiempo, cogemos las gambas, las descongelamos un poco colocándolas debajo del chorro de agua, las escurrimos y las troceamos. Las colocamos en una sartén pequeña con un chorrito de aceite, a fuego lento, para que vayan soltando todo el agua que tienen. Las dejaremos hasta que suelten todo el agua y el agua se haya consumido. Las reservamos.
6) Añadimos la nata a la sartén. Seguimos cociendo y removiendo de vez en cuando otros 5 minutillos.
7) Añadimos 6 cucharadas soperas de tomate frito y mezclamos bien con todo lo demás. Añadimos una pizca de sal y de pimienta blanca.
8) Batimos los huevos y los añadimos a la sartén con todo lo demás. Mezclamos bien, removemos y seguimos cociendo unos 5 o 10 minutos más. Retiramos del fuego y dejamos reposar un par de minutos.
9) Preparamos el molde donde vamos a hacer un pastel (yo he utilizado un molde rectangular de pirex) untándolo con mantequilla o margarina.
10) Vamos pasando por la batidora toda la mezcla y lo vamos vertiendo en el molde.
11) Esparcimos los trocitos de gambas por encima, y las vamos hundiendo un poco con la ayuda de un tenedor, para que queden repartidas por todo el interior del pastel.
12) Lo metemos en el horno, dentro del recipiente con agua de manera que el agua cubra bien la base del horno.
Esta es la parte más dificil: la de soltar el recipiente con el pastel dentro del agua que está hirviendo sin quemarse ni derramársela encima. Cocemos a 180ºC durante unos 40 minutos.
Para ver si está en su punto iremos pinchando de vez en cuando con un palillo, hasta que veamos que sale limpio. También se puede ver porque por arriba debe quedar el pastel doradito.
13) Lo sacamos del horno también con mucho cuidadito de no achicharrarnos, y lo dejamos que se enfríe un ratito hasta que deje de humear. Entonces ya podemos desmoldarlo y meterlo en la nevera.
14) Lo suyo es dejarlo dos o tres horas en la nevera antes de servirlo, para servirlo frío, aunque también se puede tomar ligeramente tibio.
15) Cortarlo en rebanadas, como si fuera un bizcocho, y acompañarlo, por ejemplo, con lechuga iceberg y salsa rosa, como en la foto...